LA VOZ DE LOS QUE OYEN SU VOZ

viernes, 31 de julio de 2009

Ministerios que crecen VS ministerios que mantienen

Estaba leyendo Mateo 16.18 en la versión antigua, donde dice de la Iglesia que “las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” y mientras leía me imaginaba a Satanás golpeando con unas enormes puertas a una pobre iglesita blanca de película que usaba toda su fuerza para tratar de mantenerse erguida. Recuerdo estar orando, cuando una nueva imagen se dibujó en mi mente. Era Jesús, que tomaba a la iglesia en sus manos y golpeaba con violencia las puertas del infierno para liberar a los millones que estaban detrás de ellas.

La iglesia estuvo demasiado tiempo preocupada solamente en subsistir y eso todavía nos afecta. Por muchas décadas la consigna era defenderse de un mundo que la tenía rodeada por todos lados y para eso había que cerrar la puertas del castillo y ocuparse de los que estaban adentro.
Parecerse en cualquier aspecto a los que estaban afuera se consideraba un acto de insubordinación o carnalidad. Ser santo era tener un vocabulario y una vestimenta distinta; eran pocos los que pensaban en la santidad como estar separados con el propósito de extender el reino de Dios, transformando la sociedad y tomando una presencia activa en la cultura.
Hace apenas unas décadas, ¿quién pensaba en estrategias, guerra espiritual, adoración contemporánea o en tomar ciudades? El interés principal era protegerse y mantener al “pequeño pueblo muy feliz.”

El sueño de quienes trabajamos en Especialidades Juveniles es que se levante una generación de líderes cristianos decididos a mostrar compasión por los que se pierden y entiendan que esa es la consecuencia de una vida de adoración.

El nuevo milenio nos regala la oportunidad de tener una iglesia interesada en construir el reino en la tierra. Sólo cuando tenemos este propósito en mente podemos vivir la vida cristiana con emoción y entusiasmo. Vivir solamente para mantenernos “puros e inmaculados” o solamente abstraídos en momentos de éxtasis colectivos y cuidar lo que ya tenemos es egoísta y aburrido.

¿Mantener o construir?

En varias ocasiones que doy talleres para líderes de jóvenes hablo acerca de las diferencias entre mantener un grupo de jóvenes y construir un ministerio juvenil. Cuando hablo de este tema uso el siguiente cuadro:

Manteniendo un grupo de jóvenes
1) Motivados por actividades
2) Visión poco clara
3) Foco introvertido- contentos con una elite
4) Crecimiento cíclico
5) Ocupados en defenderse del mundo
6) Todo ronda un área ministerial
7) Mantener las tradiciones
8) Canto congregacional

Construyendo un ministerio juvenil
1) Motivados por propósitos
2) Clara Visión
3) Foco extrovertido – Compasivos con los perdidos
4) Crecimiento consistente
5) Enfocados en equiparse para el reino de Dios
6) Programa Integral
7) Ser efectivos
8) Vidas de adoración





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